domingo, 31 de marzo de 2013

Relixión


Curiosa estampa del 25 de mayo de 1935, publicada en Madrid 
 
Estampa (Madrid), 25, mayo, 1935
Os traduzco:
 
«Uno de los hombres que trabajaban en la construcción del pozo tuvo sed. Buscó el botijo, pero estaba vacío. Entregándoselo al chiquillo que trabajaba con ellos, le rogó que lo llenase de agua.
- Baja a la fuente de ¿Torremocha? - le dijo. El chiquillo cogió el botijo y echó a andar. La fuente de ''Torremocha'', situada en un bosquecillo de junqueras, distaba unos trecientos metros de la finca en que se construía el pozo. Era un día de primavera, lleno de sol. Hacía calor y el muchacho se quitó la chaqueta y la puso bajo el brazo.
No esperaba encontrar a nadie junto a la fuente: pero antes de llegar a ella vio que se había equivocado. Una alta figura, erguida y silenciosa, le contemplaba atentamente. ¿Era un hombre o una mujer? Desde la distancia a que se hallaba el muchacho no podía precisarlo. Continuó andando, y entonces creyó conocer la naturaleza de la inmóvil figura. ''Un peregrino'' – pensó –. Y aunque le pareció extraña la presencia de un forastero en aquella fuente, lejos de todo camino, no se inquietó. Llegó junto a él y saludó cortésmente, como corresponde a todo campesino:
Buenos días – La figura no se movió apenas.
Buenos días – contestó.
Mientras llenaba el botijo de agua, el muchacho contempló al peregrino. Llevaba un hábito pardo y calzaba sandalias; tenía la cabeza descubierta y una larga barba gris le caía sobre el pecho. Era viejo. Y de repente, el chiquillo sintió un estremecimiento al escuchar la voz dulce del peregrino, que le preguntaba: – ¿Para quién es el agua que coges?. El muchacho no acertaba a contestar. Temblaba violentamente, y aunque se esforzaba, las palabras no salían de sus labios. Por fin, logró hablar. »
 

 
 
 
«Gracias a la reflexión sobre el inconsciente, nos dimos cuenta, para hablar vulgarmente, de que el hombre no existe. Y es exactamente lo que Nietzsche descubrió cuando, al afirmar la muerte de Dios,, demostró que esta muerte no era simplemente el fin de la religión cristiana, no era el fin de todas las religiones. sino el fin del hombre dentro de su realidad y su valor humanista tal como se había reconocido a partir del Renacimiento, a partir del protestantismo, incluso desde mucho antes a partir de Sócrates. Y es así como llegamos a este curioso quiasmo dentro de los eventos fundamentales del saber occidental del siglo XIX […]». M. Foucault.
 
L’enseignement de la Philosophie. Philosophie et Psychologie. Charla entre Alan Badiou y Michel Foucault.
 
«ESPONJA
Voy a justificar esta palabra un instante.
Hay sujetos individuales (cada uno de nosotros) que pueden tener fantasmas de Vivir-Juntos. Se fabrica entonces un Vivir-Juntos fantasmático eligiendo a los compañeros en la red de personas que se conocen. Lo interesante en esta elaboración fantástica no es ver a quién se elige, sino a quién se elimina: pues los criterios de eliminación no abarcan forzosamente los imperativos del afecto. Criterios a menudo sutiles para analizar.
Muchas comunidades: esta paradoja (objeto de esta figura) : lo que es eliminado es integrado, conservando su estatuto de eliminado. Es el estatuto contradictorio del paria: rechazado e integrado, integrado como desecho [Comentario de Barthes en el oral: “Es integrado como desintegrado”]. Quizá no haya comunidad sin desecho integrado. Tomemos el mundo de hoy: tipos de sociedad muy diferentes; probablemente no sin desecho incorporado. Toda sociedad conserva celosamente sus desechos, les impide salir. A la sociología mundial le haría falta, pues, una teoría del desecho incorporado, del desecho retenido (simplemente: variaciones de la hipocresía, de las justificaciones ideológicas referidas al paria, que tiene a no ser reconocido como tal).»
 
 
Sesión del 16 de marzo de 1977 en Barthes, Roland. Cómo vivir juntos. Simulaciones novelescas de algunos espacios cotidianos. 1ª Ed. Buenos Aires, Siglo XXI Editores Argentina, 2003. p. 133
 
 
 
Interrelacionemos –> Nuestra (mi) esponja es la RELIGIÓN. Premio para el que llegase a mi asunto sin necesidad de leer esto. Premio católico y esponjoso (bautizado).
 
 
Good boyGsus for friends
Virgen del cobreSin comentarios
 
[Imágenes tomadas del libro Profeta Profanador que reúne la obra plástica y la performance “Religión” de Luan Mart 2010]
 
 
 
Maravilloso
El mejor

miércoles, 27 de marzo de 2013

Fantasmas

 

El antiguo Hospicio de San Fernando, hoy Museo Municipal de Madrid, fue levantado en el siglo XVII constituyendo una de las estructuras barrocas más emblemáticas de la ciudad. La fachada es realmente admirable, además de recordarla especialmente por haber sido una de las preguntas de mi examen final de arte en bachillerato. Sin embargo, como institución museística resulta pobre y con un plan carente de atracción. Es una excusa de Museo.

Museo Municipal IMuseo Municipal II

Actualmente la exposición de “Topographias” y narrativas urbanas exhibe una serie de pinturas, maquetas, estampas  y material audiovisual que muestran la villa madrileña en los siglos XVII, XVIII y XIX. Estas obras, carentes de importancia artística, constituyen un material interesante en materia histórica, topográfica y evolutiva.

Pedro Teixeira. Topographia de la Villa de Madrid. 1656. Escala 1-1600Maqueta de Madrid

 

Acuarelas de Ilia Mayer en Panta Rhei

PR IPR IIPR III

PR V

PR IVPR VIPR VII

 

«¿Método?

En el momento de comenzar este nuevo curso, pienso en una oposición nietzscheana, actualizada por Deleuze (123-26): método/cultura.

Método

Supone “una buena voluntad del pensador”, “una decisión premeditada”. En realidad, “medio para evitarnos ir a algún lugar, o para mantener la posibilidad de salir de él (el hilo en el laberinto)”. Efectivamente, en las ciencias llamadas humanas –incluida la semiología positiva–, método (yo mismo estuve engañado):

  1. Proceso hacia un objetivo, protocolo de operaciones para obtener un resultado; por ejemplo: método para descifrar, para explicar, para describir exhaustivamente.
  2. Idea de camino recto (que quiere ir hacia un objetivo). Ahora bien, paradójicamente, el camino recto designa los lugares adonde en realidad el sujeto no quiere ir: fetichiza el objetivo como lugar y, por ello, al descartar los demás lugares, el método se pone al servicio de una generalidad, de una “moralidad” (ecuación kierkegaardiana). El sujeto, por ejemplo, abdica de lo que no conoce de sí mismo, lo irreductible de sí, su fuerza (sin hablar de su inconsciente).

Cultura

[… ] Cultura como “domesticación” (≠ método), remite para mí a la imagen de una suerte de disparching de trazado excéntrico: titubear entre briznas, bordes de saberes, sabores. Paradójicamente, cultura, entendida así, como reconocimiento de fuerzas, es antipática a la idea de poder (que está en el método). (Voluntad de potencia ≠ voluntad de poder).

Se trata aquí, pues, al menos postuladamente, de cultura, no de método. No esperar nada del método –a menos que se tome la palabra en su sentido mallarmeano: “ficción”: lenguaje que se refleja en el lenguaje. → Ejercicio de la cultura = escucha de las fuerzas.

Ahora bien, la primera fuerza que puedo interrogar, interpelar, la que conozco de mí, incluso a través del señuelo de lo imaginario: la fuerza del deseo o, para ser más preciso (pues se trata de una investigación): la figura del fantasma.

FANTASMA

[…] Antes de hablar explícitamente de mi fantasma original (nada indecente), una palabra sobre la fuerza fantasmática en general del Vivir-juntos. Algunas observaciones:

  1. No abordaré el Falansterio (sino episódicamente), aunque sea evidente que Falansterio = forma fantástica del Vivir-juntos. Una palabra, sin embargo. En Fourier, fantasma de Falansterio, paradójicamente, no parte de la opresión de la soledad, sino del gusto por la soledad: “Me gusta estar solo”. […] Dicho de otro modo, el fantasma no es dialéctico (¡evidentemente!). Fantasmáticamente, no contradictorio querer vivir solos y querer vivir juntos = nuestro curso.
  2. Siempre a propósito de Fourier: la utopía arraiga en cierto cotidiano. […] Mesas de pensión, burdeles (o lugares similares): excelente material de utopía.
  3. Otra prueba de la fuerza fantasmática del Vivir-juntos:  vivir juntos “bien”, cohabitar “bien”; lo más fascinante en los otros, aquello de lo que podemos estar más celosos: parejas, grupos, incluso familiar, exitosos. Es el mito (¿El señuelo?) en estado puro: la materia novelesca apropiada. (¡No habría familias si no hubiera algunas exitosas!)
  4. He dicho: el fantasma no es el contrario de su contrario racional, lógico. Pero dentro de un fantasma puede haber contraimágenes. fantasmas negativos. Por ejemplo:
    1. Estar encerrado por toda la eternidad con las personas desagradables sentadas a nuestro lado en el restaurante = la imagen infernal del Vivir-juntos, el huis clos.
    2. Otro fantasma horrible del Vivir-juntos: ser huérfano y encontrarse un padre vulgar, una familia fea: Sans famille. (→ Vivir-juntos: encontrarse un “buen” padre, una “buena” familia: ¿una Familia-Soberano Bien? En la óptica psicoanalítica. ¡el verdadero fantasma! le Familien-Roman.)
  5. A título de excursión fantasiosa: por cierto, tomamos el Vivir-Juntos como una hecho esencialmente espacial (vivir en un mismo lugar). Pero en estado bruto, el Vivir-Juntos es también temporal y hay que señalar aquí este caso: “vivir al mismo tiempo que…”, “vivir en el mismo tiempo que…” = la contemporaneidad. Por ejemplo, puedo decir sin mentir que Marx, Mallarmé, Nietzsche y Freud vivieron veintisiete años juntos. Incluso se los habría podido reunir en alguna ciudad de Suiza en 1876, por ejemplo, y  habrían podido –último indicio del Vivir-Juntos- “discutir juntos”. Freud tenía entonces veinte años, Nietzsche treinta y dos, Mallarmé treinta y cuatro y Marx cincuenta y seis. (Uno podría preguntarse cuál es hoy el más viejo). Esta fantasía de la concomitancia quiere alertar sobre un fenómeno complejo, poco estudiado, a mi entender: la contemporaneidad. ¿De quién soy contemporáneo? ¿Con quién vivo? El calendario no responde bien. Es lo que indica nuestro pequeño juego cronológico –¿a menos que se transformen en contemporáneos ahora? Estudiar: los efectos de sentido cronológicos (cf. las ilusiones ópticas). Se desembocará quizás en esta paradoja: una relación insospechada entre lo contemporáneo y lo intempestivo –como el encuentro entre Marx y Mallarmé, de Mallarmé y Freud, en la mesa del tiempo.15

MI FANTASMA: LA IDIORRITMIA16

Un fantasma (lo que al menos yo llamo así): un retorno de deseos,  imágenes, que merodean, se buscan en nosotros, a veces toda una vida, y a menudo sólo cristalizan gracias a una palabra. La palabra significante mayor, induce a la exploración del fantasma. El fantasma se explota así como una mina a cielo abierto.

Para mí, el fantasma que se buscaba [no estaba] en absoluto ligado  al tema de los dos últimos años (el “Discurso Amoroso”). No era la explotación de un fantasma (el Vivir-Juntos). Aquí, no es el Vivir-de-a-Dos; el Discurso símil-conyugal sucede –por milagro- al Discurso Amoroso. [Es] un fantasma de vida, de régimen, de género de vida, díaita, dieta. Ni duelo, ni plural (colectivo). Algo como una soledad interrumpida de manera regulada: la paradoja, la contradicción, la aporía de una puesta en común de las distancias –la utopía de un socialismo de las distancias (Nietzsche habla, para las épocas fuertes, no gregarias, como el Renacimiento, de un “pathos de las distancias”.19 (Todo esto, aún aproximativo).

15 [Oral: Barthes evoca el cuadro de Marx Ernst Reunión de Amigos (1922): retrato colectivo de los surrealistas en el cual aparecen Dostoievski y Rafael.]

16 Palabra formada a partir del griego idios (propio, particular) y rhytmós (ritmo).

19 “… el abismo entre hombre y hombre, entre una clase y otra, la multiplicidad de los tipos, la voluntad de ser uno, de distinguirse, que llamo el pathos de las distancias, es lo propio de todas las épocas fuertes” (Crepúsculo de los ídolos).»

Max Ernst. Reunión de amigos.

 

Sesión del 12 de enero de 1977, En Barthes, Roland. Cómo vivir juntos. Simulaciones novelescas de algunos espacios cotidianos. Notas de cursos y seminarios en el Collège de France, 1976-1977. 1ª Ed. Buenos Aries, Silgo XXI Editores Argentina, 2003. pp. 45 – 49.

 

Hoy suena a Deptford Goth - Feel Real –> http://open.spotify.com/track/0RG6ee3vTR4BAgRXoDXlC4  a quien veremos en el Día de la Música en Madrid el 21/22 de junio, Vienen pisando fuerte con unas primeras confirmaciones que quitan el hipo (o te lo dan). Ambientazo. Vémonos.

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Felices Santos y Pascuas

lunes, 18 de marzo de 2013

Como en aquella película que…

 

Hoy va de cine.

A Dangerous Method (David Cronenberg. 2011) es una película que me dejó boquiabierta al terminarla de ver. No he podido volver a ver a Kira Knightley sin recordar sus angustiosos bloqueos de mandíbula. Para mí, ella siempre será Sabina Spielrein. De hecho, al ver Anna Karenina (Joe Wright, 2012) pensé que volvería a ser Sabina al final del film, pero no, no lo hizo tan bien.

La película está basada en la relación que mantienen tres personajes principalmente: Sabina, Carl Jung y Sigmund Freud. Como no, todo gira en torno a la psicología y al sexo. No sé qué le ha pasado a David como director  . . .  (vaya pérdida de tiempo con Cosmopolis).

ADM

Mi votación: 9/10

Into the wild (Sean Penn, 2007) me cautivó desde el primer momento. Tanto así que en momentos de reunión con palomitas, yo siempre la aconsejaba (si no la habían visto). Mi hermano me presionó bastante para verla. No sé si fue por eso por lo que relaciono a Christopher McCandless con él, o por el parecido físico que encontré entre ambos por aquel entonces. Alexander Supertramp lo abandona todo en busca de algo que él cree que es libertad. Espero que mi hermano no acabe como él, sinceramente.

Lo más destacable es la BSO. Eddie Vedder (vocalista de Pearl Jam) se lució con esta composición. Bastante lejana a su estilo pero con unos arpegios que te hunden en la desolación. Uno de sus mejores trabajos.

ITW

Mi votación: 9/10

La vida de David Gale (Alan Parker, 2003). Agradezco la programación de los domingos de TVE1 (a veces) y también a los lunes que son festivos (como hoy). David Gale, un activista americano en contra de la pena de muerte, es condenado a pena de muerte. Parece simple y tonto, pero no. Es una enrevesada amalgama de factores que enganchan en sus poco más de dos horas.

LVDDG

Mi votación: 9/10

Ken Park (Larry Clark, 2002), es, como Kids, Bully o Destricted, una película con mayúsculas. La crudeza de Clark me apasiona. La adolescencia, el sexo, las ETS o los problemas familiares son temas que encontraremos en su producción. En Ken Park encontrarás esa realidad árida a la que me refiero, a través de tres amigos, dos chicos y una chica, que se conocen desde la infancia, y cuyas vidas no son precisamente envidiables, pero la despreocupación presente, es algo que tranquiliza al espectador. Cómo hemos de crecer si no.

KP

Mi votación: 7/10

Una trilogía de Krzysztof Kieslowski. Tres colores: Azul (1993), (‘’): Blanco (1994), (‘’): Rojo (1994). El último trabajo enteramente realizado por este Señor Director. Un paraíso de los sentidos. La eterna búsqueda de libertad, igualdad y fraternidad.

TC.ATC. BTC. R

Mi votación: 8, 9, 8/10 respectivamente

Acabaré con la mítica Los chicos del maiz (Fritz Kiersch, 1984). Era muy pequeña cuando la vi. Quizá en el ‘97 o un año después. Es muy difícil explicarle a las personas que ven esta película conmigo lo que sentía en ese momento (que en realidad no era miedo, sino admiración por esos valientes que se meten en un pueblo gobernado por niños. Imagínate. Hay que tenerlos bien puestos) porque nos resulta difícil contextualizar las cosas según su época y momento. Este film será uno de mis míticos siempre.

LCDM

 

Mi votación: 7/10 (por su valor emotivo)

 

Terminemos con un poco de humo de Joan Cornellá.

Joan Cornellá

Si no le conocías (cosa muy extraña): de nada

Si le conocías te recuerdo su blog: http://elblogdejoancornella.blogspot.com.es/

 

Hoy suena a Do Make Say Think –> Do http://open.spotify.com/track/3DSP6mATcidJI7NjJ93pud 

Hagámoslo entonces.

domingo, 10 de marzo de 2013

??¡’'¡’´`´`

 

¿Qué es la vida sino la eterna constancia del desconocimiento? No sé cómo aún no se ha instaurado alguna tendencia de des-conocer. Deconstruir el conocimiento. Se conoce de sobra que jamás conoceremos lo suficiente la realidad como para poder reconocer que poseemos el suficiente conocimiento necesario sobre algo. La ilusión del conocimiento. La percepción subjetiva de conocer algo. La idea de conocimiento. Todo idea. Todo sensible. Todo mentira. La idea del concepto de mentira. La mentira se formaliza en el texto. Se conoce que la mentira es parte del conocimiento. La mentira como ley de conocimiento. Por tanto, la mentira como ley de vida.

 

 

Sabéis. El otro día caminando por la calle vi a un perro atado a un poste en la calle. Justo en frente de un bar. Era un golden terrier y tenía pinta de llamarse Gus o Lars. Si, un nombre interesante seguro. Pensé –Joder, la gente siempre igual. Saca al perro y se va a los bares o se pone a ligar. Es lamentable. La gente no quiere lo suficiente a su mascota. Joder, qué mal. Esto no puede ser. Seguro que el dueño es un marido frustrado que tiene que pedir permiso a su mujer para ir al bar y como prefiero no hacerlo, saca al perro como excusa. Joder. Es una pena. El perro todo el día en casa y cuando lo sacan, lo atan a un palo. Qué pena, tío. Qué pena. Deplorable. Tremendo…–. Así iba andando mientras miraba al perro cagándome en la humanidad. Sin embargo, a su lado, contiguo al animal, había una persona sentada en terribles condiciones físicas, con trapos cubriéndole el cuerpo, un cartel que explicaba su situación, y, obviamente, mendigando. Bastante lamentable el panorama. Un perro abandonado por su dueño a cambio de una bebida o distracción y una persona sin techo. Y ahí pensé –Joder. Gloria. Tía. Cómo puede ser posible que te de pena un perro bien alimentado, en buenas condiciones, con un pelo que le da calor, que no pasa frío, que no está perdido (porque está atado a un palo), etc etc etc y que no te pares a pensar en el hombre. Das asco. Penoso lo tuyo. Inimaginable. Desastroso como ser…– Y así iba apesadumbrada reprochándome la falta de sensibilidad para con las personas frente a los animales.

Si señores, soy una persona bastante insensible. La sociedad me ha vuelto así. La sociedad nos ha vuelto así. Pero no os lamentéis por mi. Es innecesario. Yo prefiero lamentarme por vosotros. Si, amigos. Lo lamento. Lamento que la mayoría de las personas que se hubiesen encontrado en mi situación tan siquiera habrían sentido pena por el perro. No habrían sentido pena por ninguno de los dos. La gran mayoría que hubiese pasado frente a esas dos almas afligidas apenas habría reparado en ellas y jamás, jamás, habrían dedicado cinco minutos a debatir en un monólogo interno la triste situación que había ocurrido, quitando alguna excepción.

Yo, queridos amigos, por lo menos sentí pena por uno de ellos.

Y ahora os diré por qué no sentí pena por el mendigo. No sentí pena por él porque él, al fin y al cabo, es como nosotros. Un ser detestable, insensible e inhumano. La humanidad no humana. Paradójico. Somos detestables y no sentí pena por él como no la sentiría por vosotros ni por mi misma. Porque somos la cumbre de lo aberrante.

 

 

Este viernes-noche pasado hicimos amigos sin quererlo. Un grupo de gente se unió a nosotros en un bar casi sin poder evitarlo. Eran personas bastante más mayores que nosotros. Una mujer del grupo en cuestión, nos –me– machacó a preguntas. Qué estudias, por qué estás en Madrid, por qué Madrid, etc. La mujer sin nombre había estudiado BBAA y era algo así como una artista. No sé qué hacía exactamente porque no me molesté en interrogarla, no por descortés, sino porque apenas me dejaba hablar.

Cuando llegó a la ‘mítica’ qué quieres hacer cuando termines de estudiar, le comenté una de mis opciones. Ser crítica. Escribir sobre arte. Opinar sobre arte.

Estoy segura de que si el ser humano pudiese defecar en un momento determinado y de forma automática encima de aquellos que les producen asco, ella lo habría hecho sobre mi.

<Por qué crítica>. <Sabes el daño que hacen los críticos al mundo>. <No hay una ocupación peor> . . .

Tiene que haber gente para todo. Le dije, seguido de un –me voy a fumar–.

Cuando vuelvas te diré unas cosas acerca de esto. Comentó

No volví.

La vida.

 

Hoy suena a Tim Hecker ‘Trade winds, white heat’  http://open.spotify.com/track/56DtANH92Wh0BE7cUrb7hy  que estará en el L.E.V. Festival de Gijón. Qué carcoma. En esas fechas estaré en el SOS 4.8 de Murcia. O no tan carcoma porque estaré con John Talabot (en live, eh) con su ‘Oro y sangre’ y demás temitas http://open.spotify.com/track/6Rg227P2kJd6OLVLnukqop 

 

 

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domingo, 3 de marzo de 2013

Sweet cold

 

‘’Mirándote la mano derecha mientras sujetas la pluma estilográfica negra que utilizas para escribir este diario, piensas en Keats mirándose la mano derecha en circunstancias similares, en el acto de componer uno de sus últimos poemas e interrumpiéndose de pronto para garabatear ocho versos al margen de la página, la amarga protesta de un hombre sabedor de que estaba destinado a la tumba antes de tiempo, oscuramente subrayado por la palabra ahora del primer verso, porque cada ahora supone necesariamente un después, ¿y qué después podría contemplar Keats sino la perspectiva de su propia muerte?

Esta mano viva, ahora tibia y capaz

de apretar con fuerza, si estuviera fría

y en el glacial silencio de la tumba

te perseguiría cada día y de noche tus sueños helaría

hasta que desearas dejar tu corazón sin sangre

para que en mis venas la roja vida fluyera otra vez

y tu conciencia se calmara…,mira, aquí está…,

la tiendo hacia ti.

Keats en primer lugar, pero cuando piensas en Esta mano viva te acuerdas de una historia que te contaron una vez sobre James Joyce: Joyce en París en el decenio de 1920, circulando por una fiesta hace ochenta y cinco años cuando una mujer se le acerca y le pregunta si puede estrechar la mano que escribió el Ulises. En vez de tenderle la mano derecha, Joyce la levanta en el aire, la estudia unos momentos y dice: <Permítame recordarle, señora, que esta mano también ha hecho otras muchas cosas.> Nada de detalles, pero qué deliciosa muestra de indecencia y connotación, tanto más eficaz en cuanto que todo lo dejó a la imaginación de la mujer. ¿Cómo quería que lo viese? Limpiándose el culo, probablemente, hurgándose la nariz, masturbándose en la cama por la noche, metiendo los dedos a Nora en el coño y haciéndole cosquillas en el ojete, reventándose espinillas, quitándose comida de entre los dientes, arrancándose pelos de la nariz, sacándose cerumen de los oídos; pueden rellenarse los espacios en blanco según convenga, teniendo en cuenta el aspecto fundamental: lo que más asco produjera a la mujer. Tus manos te han servido en tareas similares, desde luego, las manos de todo el mundo han hecho esas cosas, pero principalmente se utilizan en tareas que requieren poco o ningún esfuerzo mental. Abrir y cerrar puertas, poner bombillas haciéndolas girar en el casquillo, marcar números de teléfono, lavar platos, pasar páginas de libros, sujetar la pluma, cepillarte los dientes, secarte el pelo, doblar toallas, sacar dinero de la cartera, llevar bolsas de la compra, pasar tu abono por los molinetes del metro, pulsar botones en máquinas, recoger por la mañana el periódico de los escalones de la entrada, abrir la cama, enseñar el billete al revisor del tren, tirar de la cadena del retrete, encender tus puritos, apagarlos en el cenicero, ponerte los pantalones, quitártelos, atarte los zapatos, echarte espuma de afeitar en la punta de los dedos, aplaudir en conciertos y obras de teatro, meter la llave en la cerradura, rascarte la cara, rascarte el brazo, rascarte el culo, tirar de maletas con ruedas en aeropuertos, deshacer el equipaje, colgar tus camisas en perchas, subirte la cremallera del pantalón, abrocharte el cinturón, abotonarte la chaqueta, hacerte el nudo de la corbata, tamborilear con los dedos en la mesa, cargar papel en tu aparato de fax, arrancar talones del talonario, abrir cajas de té, encender la luz, apagarla, ahuecar la almohada ates de acostarte. Esas mismas manos han dado a veces puñetazos a gente (como se ha mencionado anteriormente), y en tres o cuatro ocasiones, en momentos de intensa frustración, también han golpeado paredes. Han arrojado platos al suelo, los han dejado caer y los han recogido. Tu mano derecha ha estrechado más manos de las que te sería posible contar, te ha sonado la nariz, limpiado el culo y dicho adiós muchas más veces que palabras tiene el diccionario más voluminoso. Tus manos han tenido en ellas el cuerpo de tus hijos, han limpiado el culo y sonado las narices de tus hijos, han bañado a tus hijos, han frotado la espalda y enjugado las lágrimas de tus hijos, han acariciado las caras de tus hijos. Han palmeado el hombro de amigos, compañeros de trabajo y parientes. Han empujado, dado empellones y levantado a gente del suelo, aferrado los brazos de gente a punto de caerse al suelo, empujado la silla de ruedas de quienes no podían andar. Han acariciado el cuerpo de mujeres vestidas y desnudas. Han recorrido toda la piel desnuda de tu mujer y encontrado el camino hacia cada parte de su ser. Ahí es donde son más felices, crees tú, desde el día en que la conociste ahí es donde han sido más felices, porque parafraseando un verso de un poema de George Oppen, algunos de los sitios más hermosos del mundo están en el cuerpo de tu mujer.’’

Auster, Paul. Diario de invierno. Barcelona, Anagrama, 2012.

2013-02-27 10.04.152013-02-27 10.04.25

‘’Aunque tenía el estudio listo en su cabeza, pensaba, seguía experimentando para completar aún más el estudio, aunque lo tenía listo en su cabeza, con independencia del hecho de que podría escribir el estudio en cualquier instante, sin necesidad de temer no tenerlo completo en la cabeza, cuando tuviera la posibilidad de escribirlo repentinamente. Llenaba el tiempo hasta su redacción, en la que creía continuamente y con la mayor seguridad, con experimentos. La verdad era que, una vez que se había decidido uno por un estudio así, nunca podía ocuparse uno bastante con el método de Urbantschitsch, le dijo al parecer a Fro. Y cuando se habían realizado experimentos como los que él realizaba desde hacía tanto tiempo, no se podía interrumpir de pronto esos experimentos, porque entonces lo echaba uno todo a perder. Y si él no hubiera tenido a su mujer, que se sacrificaba totalmente por él, no habría tenido el estudio en la cabeza. Ella le hacia posible una y otra vez, cada día y a cada instante, su estudio. Ejemplo y ejemplos y, una y otra vez, nada más que ejemplos eran los que le habían hecho posible el estudio. El experimentador, pensaba, no tenía que hacer más que experimentar, él no se preguntaba ya, en definitiva, por qué experimentaba, no tenía que hacerse esa pregunta, experimentaba a morir. Era más fácil experimentar con frases breves, dijo al parecer, más fácil aún con palabras aisladas, y lo más fácil de todo, sólo con vocales. Más complicado, más fatigoso y, sobre todo, para ella, su mujer, más agotador, con las llamadas frases intrincadas de elementos múltiples, largas y larguísimas frases con las que, sin embargo, le causaba el mayor placer experimentar. Por ejemplo con la frase: Las relaciones que, como sabes, nada tienen que ver con la relación pero, sin embargo, se relacionan de la forma más delicada con las relaciones de la relación que nada tiene que ver con la relación, y así sucesivamente. Se podía decir también que todo aquello era demencial, pero entonces habría que decir también que todo era demencial, en realidad todo era efectivamente demencial, pero nadie se atrevía a afirmar que todo era demencial, porque entonces todos afirmaban que él, el que lo afirmaba, era un demente, y luego todo cesaba por sí solo, dijo Konrad al parecer. Los hombres (y la Humanidad) existían, al fin y al cabo, precisamente, a causa de su (extrema) inconsecuencia. Para él, Konrad, no había ya más que frases experimentales, dijo al parecer, y pensaba que, para él, no había ya más que experimentos, todo era para él nada más que experimentos, sencillamente todo, y dijo al parecer: naturalmente, no dependía de la longitud de las frases, como tampoco dependía de la brevedad de las frases (o de las palabras), no sólo, por ejemplo, de la a y la o y la i y la u, sino siempre de todo.’’

Bernhard, Thomas. La Calera. Madrid, Alianza, 1984.

 

¿Alguien reconoce que no le gusta la música clásica? Aquí está Benjamin Zander, con su increíble optimismo y liderazgo para refutar todo lo que le digáis. Tomaros un descanso. 

 

 

Hoy suena a The Men y su nuevo DISCAZO –> New Moon. No dejan de asombrarme, cosa difícil tras Open your heart. Ambos altamente recomendables. ♥ The Men

Me costó escoger el tema. Hoy me decanto por I saw her face:

♥♥♥

Take me away                    Take me away

To that special place          To that special place

Where the sky is blue         Where it says loves on the door

And the love is great          And I can see her face

Podéis escuchar el CD completo en Pitchfork.

 

En un país en el que es TT #SalvemosAArgi todos deberíais (auto)inmolaros.

Por el bien común.

Por Argi.

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