Handful of nothing

 

Crazy handful of nothin’  es el título del sexto capítulo de la primera temporada de Breaking Bad. Esta serie es asombrosamente entrañable, por lo menos para mí, y aunque esté llena de decepciones, mentiras, sangre, lamentos, remordimientos de conciencia… (al fin y al cabo la vida) la necesidad de llegar al fin del asunto es superior a nuestra ética/moral. Una búsqueda constante de mejorar nuestra situación –económica, sentimental, existencial…–  de cualquier forma posible, transgrediendo fronteras entre lo permisible y lo que no lo es.

 

 

Un puñado de nada es también lo que me pasó este fin de semana.

 

El fin de semana pasado un amigo me habló sobre una exposición de fotografía en el MNCARS. Allí me fui el lunes a ver la obra de Robert Adams. Fotografías bastante desoladoras sobre paisajes, en su mayoría de EEUU, pueblos, costas, playas, árboles, personas… Las mejores: Los Álamos y los vacíos (será fácil reconocer el vacío).

 

<En chicago, el American Friends Service Committee decidió rendir un homenaje a algunas víctimas de la Guerra de Irak exponiendo un par de botas por cada soldado americano caído y un par de zapatos –de adulto y de niño– por cada civil iraquí anónimo asesinado. Una versión de este monumento conmemorativo, titulado ‘Ojos bien abiertos’, viajó por todo el país para que cada Estado rindiera un pequeño homenaje a las víctimas. El 23 de julio de 2007, la exposición del Estado de Oregón llegó a Astoria, una población de diez mil habitantes, y se instaló en la plaza de la localidad. Unas trescientas personas dejaron su firma en el libro de firmas>

 

Una distribución temática parecida nos encontramos en el Thyssen-Bornemisza con la exposición de <Impresionismo y aire libre>. Ruinas, azoteas y tejados; Rocas, Montañas, Árboles y Plantas, Cascadas, Lagos, Arroyos y Ríos; Cielos y Nubes y, por último, El mar.

 

Hoy suena a Alt-J, Something good: http://open.spotify.com/track/3XXLQJEHglT1zeSxSFfD2G 

Good waves

 

 

‘El ruido alegre. Jazz en la BNE’ es el título que recibió el ciclo de conferencias y conciertos que la Biblioteca Nacional ofreció los meses de enero y febrero. Como las actividades siempre sobran pero el tiempo escasea, saqué tiempo para ir a uno de los conciertos. Concretamente fue el miércoles 13, presidido por el músico y compositor Pepe Rivero, acompañado de El negrón, Reinier Elizarde.

Pepe Rivero (mencionar que ha colaborado, entre muchos otros, con David Murray) es un cubano asentado en España desde comienzos de este siglo y cuyo disfrute de la música va más allá de un sentido propio. El entretenido rato que pasé en el auditorio fue gracias a la compenetración que pianista y contrabajista se traían entre manos. Y es que el disfrute estuvo presente. La música de Pepe gira en torno al gran Thelonius. De hecho, su nuevo proyecto ‘Monk & The Cuban Rumba’  es un doble CD con temas originales a quinteto y temas para big band en el que adapta la música del estadounidense a clave cubana. Un homenaje con todas sus letras.

 

El concierto comenzó con I miss you, tema en el que fusiona el estilo de Monk con el de Frank Emilio, sin olvidar el suyo propio, y cuyo producto final resulta muy agradable al oído. Bien seleccionado para asegurar el éxito del resto del concierto, que duró aproximadamente una hora y media. Ambos músicos interpretaron un solo y recurrieron además a temas míticos como La Polonesa de Chopin, que despertaron todavía más la sensibilidad del público. Ya se sabe lo que pasa con estas obras: cada uno tiene afincado en la memoria un recuerdo con su debido sentimiento.

Os dejo con uno de sus trabajos.

Y es que en Cuba lo que sobra, son buenos músicos.

 

 

Hace dos días fuimos a visitar el taller de un prestigioso pintor y escultor madrileño. Luis Gayá además de ser el dueño del emblemático edificio donde reside su taller, y que además alberga el Taller del Prado, es una persona de gestos amables y con un gran interés comunicativo en lo que respecta a pintura, dibujos y grabados. Está de más mencionar que es un gran dibujante, no hay más que ver su CV o los numerosos premios que le han concedido en la materia. Las vistas además son maravillosas.

No he ido a ARCO.

ARCO se ha lucido.

ARCO y sus fotocopiadoras.

ARCO censura creatividad (Merino p.e), pero broza, la que queráis.

He ido a ArtMadrid.

Cosas buenas y no tan buenas.

Como todo en esta vida (menos ARCO).

Soy extremista lo sé. A ver el año que viene que facemos.

 

 

<¿Por qué damos tanta importancia al arte? Los pobres respetan a los artistas porque es una forma honesta de salir del arroyo, usando su propio ser como medio. El dinero ganado es la prueba, pura y simple, del valor de ese individuo: el artista. Un cuadro que alguien pinta en la cárcel, y cuelga en la pared, prueba que la belleza es posible, incluso entre los más desdichados. Y esa es una idea muy distinta y mucho más caprichosa que la del arte como una estafa. Pero jamás podrías explicar a alguien que usa su don divino para esclavizar, que tú has utilizado ese don divino para ser libre.>

En Basquiat de Julian Schnabel. 1997

 

Hoy suena a Father John Misty:

Hollywood Forever Cemetery Sings –> http://open.spotify.com/track/5k4du9WtL6BjqYqZyIeb8y 

 

 

La cuestión no es sólo coger las olas, sino mantenerse.

Es muss sein!

 

Lorenzo Petrantoni es un diseñador gráfico italiano que ha llevado a cabo diversas campañas publicitarias y de ilustración. Su obra presenta diseños obsesionados con imágenes de libros decimonónicos, cuidadosamente seleccionadas, y cuyo resultado final crea un aura divertida y mayoritariamente bícroma. Formalismos aparte este artista crea un mundo ilusorio a través de imágenes antiguas que tienen demasiado de modernas (conceptos nada opuestos) y aquí se plantea el eterno debate antiguo-moderno cuya raíz tendrá cabida en todas las nuevas eras.  Sus trabajos están presentes en el imaginario popular de forma abundante aunque la mayoría –incluida yo en mi momento– no lo reconozcamos. Nunca nos preocupamos lo suficiente.

Como todo

Probablemente después de visitar la web, muy acorde con su <yo> y cuya sección de vídeo y animación es fascinante, no habrá tiempo para el olvido.

 

La press

 

A mi querido Lorenzo le conocí la primera vez que fui a Panta Rhei. Allí estaba con una atractiva portada que hizo que fuese directa e él. Lo compré y me lo llevé a casa → Las extrañas aventuras de Monsieur Petrantoni en el sultanato de las docemil  iniciales y de los mil seiscientos acentos circunflejos. Panta Rhei (Hernán Cortés, 7. Madrid) es la librería editora de este libro. Hablamos de un espacio en el que la cultura visual domina el territorio. Está especializada en diseño tanto gráfico como digital, publicitario o de moda; catálogos de exposiciones e incluso literatura infantil ilustrada. Hago énfasis de nuevo en visual  porque además posee una galería en la que se celebran exposiciones de dibujo e ilustración.

Mr. Poya debe ser todo un genio

(bis X2) 

Ahora es cuando aparece

Yo también lo pensé: –Traigo una silla y comida. 

 

Vale la alegría ir. Te sobresaltarán dos momentos: en el que cubres tus ojos ante la luz tabórica y, posteriormente tras el ciegue del resplandor, en el que, como ante un fuego fatuo, ansías calmar tu curiosidad.

 

 Pero Petrantoni no acaba en esta librería. Hace una semana buscando un libro no concreto en sitios varios encontré una página que me redirigía a Arrebato. A los que os habéis dedicado tiempo en explorar la obra del italiano no os costará reconocer al creador de la imagen escogida para el diseño de la web. Arrebato libros, situado en Malasaña, se define en su web como un núcleo de gestión cultural, que no se limita a los libros y ediciones sino que participa y realiza presentaciones, recitales o festivales. La librería comercializa libros nuevos y de segunda mano, aunque predominan estos últimos. Hay dos cosas principales por las que volveré asiduamente. La primera, porque encontré un gran libro en perfectas condiciones, cuya existencia (conocida gracias a un buen tío y sus recomendaciones) ha marcado mis pensamientos en cuanto a la existencia y a las relaciones interpersonales. La segunda es por su delicada sección de fanzines (gratuitos y de pago) a la que me comienzo a considerar aficionada

 

También la simpatía de Pepe fue definitiva. Se mostró muy amable al explicarme la distribución interna de los libros, las secciones y el porqué de la elección de Petrantoni para el diseño web → como se ve pura delicia ornamental, lo mismo que nos cautiva e impulsa a adentrarnos en las Aventuras del Monsieur.

 

 

 

 

Otra cosa que me gustó mucho fue que tienen la revista Mongolia!! ¡Si! Esa desconocida a la que siempre he intentado localizar en sitios cercanos a mi residencia y cuya existencia siempre se ve negada con un ’¿Eso existe?’ o ‘No es un revista. Es un periódico. De todas formas no la tenemos’. Poseen además un curioso conjunto de narrativa, poesía, libros infantiles, de arte… Y cosas varias que alegran la visión del espectador.

Obviamente no me fui con las manos vacías

 

 

Milan Kundera. La insoportable levedad del ser.

Detalle de La pubertad cercana a las Pléyades de Max Ernst en portada.

 

Llevada al cine por Philip Kaufman en 1987 con Juliette Binoche (mi actriz predilecta) en el papel de Teresa. El libro es mejor (está de más decirlo)

 

 

 

Olaf Ladousse. Que suerte. Explosión. Fanzine. Nov-2011

Portada de lino labrada por Nicolas Robel y serigrafiada por Manolo Gordillo.

 

 

 

 

 

Ajo. Micropoemas. Nº 1. 2004.

Sus recitales se pueden ver online.

 

 

<El delicadísimo roce

de la oscuridad contra el silencio

hace de la noche noche

y del olvido sueño> 

 

 

 

VVAA. Citas célebres. Volumen 1

http://cordeleriailustrada.blogspot.com.es/

Este libro solo se terminará cuando se acabe el mundo, o cuando el hombre pierda su esencia y su sentido del humor.

 

 

Homo velamine. Revista aleatoria de periodicidad casual. Nº 1. Enero 2013. (distribución gratuita).

Empiezan fuerte. Es realmente curioso.

El acto surrealista más simple consiste en salir a la calle con un revólver en cada mano y, a ciegas, disparar cuanto se pueda contra la multitud. Quien nunca en la vida haya sentido ganas de acabar así con el principio de degradación y embrutecimiento existente hoy en día, pertenece claramente a esa multitud y tiene la panza a la altura de un disparo. André Bretón. Segundo manifiesto del surrealismo. 1930.

En portada

 

Poespam. Nº 1. Enero 2013. (distribución gratuita).

Tres S → sencillo, satírico y sex(ns)ual

 

 

 

 

 

Hoy suena a Nick Cave & The bad seeds. ‘Jubilee street’  

 

Just fucking amazing

 

 

ARCO se aproxima

 

 

Como carcome la levedad

El continuo retorno

 

Esta tarde he salido en busca de Monográfico. Monográfico es un fanzine que descubrí gracias a un profesor que tuvo la genial idea de leer a sus alumnos un fragmento en clase. El fragmento en cuestión despertó mi interés (como el de cualquier ser humano en sus condiciones de curiosidad normales) porque repetía demasiadas veces, de una manera anormal, la palabra ‘ano’

 

El pasado noviembre incluso oí: El ano es el centro del universo. Algo irrefutable.

 

El caso es que, después de utilizar todos mis recursos de búsqueda (google) y no encontrar nada, recurrí a Fernando para que me informase. Este, al que estoy muy agradecida, me puso en contacto con el editor de dicho fanzine que me mandó algunos ejemplares y me informó sobre los puntos en los que se distribuye (gratuitamente). Pues bien, así fui esta tarde a Tribunal, al igual que en diciembre y en noviembre, pero por desgracia, los sitios estaban cerrados. Y yo y mi desilusión nos fuimos al vertedero.

Sin embargo, me valdré de cosas muy destacables de lo que ya poseo… Aunque prometo más (si es posible)

 

Agamenón. Volví del supermercado y le di una paliza a mi hijo 1. (Monográfico, nº 164. Rodrigogarcia.es)

Volví del supermercado y le di una paliza a mi hijo. Volví y me di cuenta de que había comprado dos o tres veces las mismas cosas Y que, para colmo, había comprado un montón de cosas que odio. Dije: Vamos a ir al supermercado todos juntos, a pasar la puta tarde. Que a vosotros os encanta pasar la puta tarde en el supermercado. Pero al final recapacité y dije: ¡Mejor os quedáis en casa, que voy yo solo y ya vais a ver que sorpresas!. Voy a sorprender a la familia y voy a hacer la compra para todo el mes yo solo. Llego al supermercado y me lanzo. Cojo tres carros. Voy lanzado. Y la cajera me dice: Usted no puede coger tres carros; son muchos carros. Y yo le digo: Gilipollas de mierda. Tú no sabes lo que es tener una familia numerosa; yo tampoco porque yo no tengo una familia numerosa pero vengo a hacer la compra para todo el mes. Y la tía me dice: ¡Haz lo que te dé la gana, fantasma! Ato un carro a otro carro y a ese carro el tercer carro. Ato los tres carros como si fueran un trenecito de esos que se usan para pasear a los turistas por los sitios turísticos y no sé si empujar o tirar de los carros. Tirar, joder. O sea que voy al supermercado tirando del primer carro y metiendo de todo en todos los carros. Pensé en dividir los carros: Alimentos, limpieza, yo que sé. Al final pasé y empecé a meter a lo loco todo mezclado. Así cuando llego a casa con la compra la sorpresa es más grande. Abren las bolsas y se encuentran todo revuelto ¡Y flipan!. Y cada vez que meto algo nuevo, pienso: Lo estás haciendo de puta madre. Esto que has comprado es de puta madre. Tengo los tres carros a tope. No falta de nada. Llego a la caja. Y empiezo a llenar de productos la cinta transportadora. Y miro cómo se alejan los productos. Y la cajera les pasa el escáner rojo por encima. Como si dejara a un preso en libertad. Y veo lo que he comprado. Y me quedo perplejo: Compré pan integral cuando yo odio el pan integral. Y compré seis cajas de leche entera cuando en casa tomamos leche desnatada. Y compré yogures azucarados pensando que eran yogures naturales. Y compré papel higiénico perfumado, cuando yo no puedo limpiarme el culo con algo que huele a perfume. Y compré varios kilos de chuletas de cordero cuando no tenemos barbacoa ni lugar donde hacerlas fuera de casa y mi mujer no aguanta que la cocina apeste a humo. Y compré salsa tártara convencido de que era mayonesa. Y compré quince botes de gazpacho pensando que se trataba de tomate triturado natural. Y compré cien botellas de agua mineral cuando en casa el agua corriente es cojonuda y se puede beber sin problema.

Y compré pasta de todo tipo: Macarrones cuando mi hijo odia los macarrones. Pasta al huevo, cuando mi mujer es alérgica al huevo. Y pasta verde cuando todos en casa detestamos las espinacas. Y compré un ambientador para el hogar de olor a pino, que me trae unos recuerdos infames de la casa de mis padres agamenón. Volví del supermercado y le di una paliza a mi hijo. Y compré otro ambientador que huele a limón, tan asqueroso que casi es más tolerable que el que huele a pino a pesar de los malos recuerdos. Y compré toallitas para la cara, cuando no soporto esa mierda húmeda encima de la piel. Y me olvidé de comprar lo que realmente necesitábamos, joder. Me olvidé de comprar las cuatro chorradas que necesitábamos, joder. Y me pillé un rebote de la leche. Y le dije a la cajera: Toma gilipollas de mierda, coge la Visa y métetela por el culo. Y la cajera me responde: Si me das el número secreto, hasta te la chupo. Qué sentido del humor tan elemental, le digo. Y firmo. Y lleno el coche. Y llego a casa. Abro la puerta y le suelto a mi mujer: Cariño: creo que esta tarde va a haber hostias para todo el mundo; creo que hoy se rifan hostias y tú y tu hijo tenéis todos los boletos. Y mi mujer me mira y se ríe porque piensa que estoy de coña. Y es ahí cuando le suelto el primer guantazo a mi mujer. Por andarse con chorradas. Y cae contra la mesa de la cocina y se ríe ¡Conserva el buen humor la tía! ¿Compraste algodones?, me dice. Pásame uno, joder. Y yo me pongo de los nervios. Porque me olvidé de comprar algodones y alcohol y agua oxigenada. Y un montón de cosas que tenía que comprar. Y traigo a casa el coche lleno de mierda que no va a servir de nada, joder. Y eso me jode tanto que le digo a mi mujer. Mira, te voy a dar una hostia más a ti y me voy a liar un rato con el niño. Y le doy una hostia y la tía se marcha por algodones. Y yo me voy a buscar al niño y a darle lo que se dice una buena mano de hostias. Y compré pilas para la Game Boy del niño que no eran del tamaño adecuado, joder. Y cuando el niño me dice: Las pilas que compraste para la Game Boy son pilas que sirven para la radio y para el despertador pero no sirven para la Game Boy. Le suelto la primera hostia. A tu padre no le hablas así. Y le cae la segunda hostia. La segunda hostia y la tercera hostia. La tercera hostia y la cuarta hostia. Y así sumo hostias hasta que ya estamos en condiciones de llamarle a todas esas hostias juntas. <Una mano de hostias>. Y sigo dándole de hostias hasta que a aquello ya se le puede llamar <una buena mano de hostias>. Y sigo repartiendo hostias hasta que aquella <buena mano de hostias> se convierte en una auténtica paliza. Y cuando veo que ya se me va la mano –bonita frase: <Se me va la mano>– paro. Porque hay que evitar ir al hospital. Hay que evitar ir al hospital y explicar a desconocidos –lo que se dice: ventilar– los asuntos familiares que son lo más importante de tu vida y lo que más amas en este mundo. Porque es lamentable y degradante andar de hospital en hospital aireando tu vida privada ya sea porque te has pasado follando o porque te has pasado pegando. Odio la ficha, todo tipo de ficha y formulario. Y cada vez que hay que poner datos en un papel tiemblo, lloro y babeo y mojo y arrugo el papel en vez de rellenarlo y me sacan de la comisaría, del aeropuerto o de la Dirección General de Tráfico a patadas y me libro de rellenar nada con mis datos. Y para evitar el hospital y evitar las fichas y esas cosas, paro un poco de hostiar al niño. Y voy al baño a por mi mujer y los cojo a los dos por el pelo y les digo: ¡Nos vamos a ir a cenar fuera, joder! A un restaurante agamenón. Y ellos se ponen más felices que un tonto con lápiz.

Lo que sería deconstrucción humana.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Los que van a morir (que mencioné en el otro post y al cual no voy a poner un enlace porque solo hay una entrada anterior a esta…) es un libro bastante entretenido. Se lee rápido. Aunque no es el tipo de libros que yo tendría en mi biblioteca. Se desarrolla en torno a un posible homicidio y al descubrimiento de tres escritos de la víctima, dos de los cuales relatan hechos relacionados con la corrupción, la mafia, el comercio ilegal de obras de arte, y la vida íntima del muerto, en este caso un artista; y además conllevará al descubrimiento de un lienzo de los Antiguos Maestros ¿Auténtico o falso? …

<Lo mismo ocurre con los falsificadores. Si uno observa detenidamente cualquiera de sus obras, acaba saliendo a relucir el período en que se pintó de veras, y no aquel en que supuestamente se pintó. Por supuesto, es algo que facilita la detección de las falsificaciones de cuadros antiguos hechas en los años cuarenta o cincuenta, por ejemplo. Las falsificaciones que se hacen ahora son más difíciles de descubrir, no porque sean mejores, sino porque somos incapaces de distinguir el estilo de nuestro propio tiempo. Lo tenemos demasiado cerca.>

<Angela solía decir que jamás querría tener hijos, era casi una filosofía de vida. Que si los niños convertían a los padres en seres asexuados, que si eran pequeños capitalistas obsesionados con Disney, que si te robaban la juventud para reemplazarla por la suya… Además, el planeta ya estaba bastante poblado, y….>

Fitzgerald, Conor. Los que van a morir. Mondadori, Barcelona. 2012.

 

 

El aburrimiento es un invento del siglo XX

Esta idea maxiana para dar cuenta de mi facilidad con el humor.

Max. Genio Creativo.

Presidente YA.

 

 

Uno de los días de la semana pasada me quedé dormida con Shields en repeat durante dos horas (paraíso). Gran siesta. Mejores sueños. Es indescriptible lo que uno puede soñar desconociendo tales vivencias. Bendito inconsciente. Altamente recomendable.

Hoy suena a Grizzly Bear.  Yet again http://open.spotify.com/track/202QyrB6Q3Kimsr7KqJut3

 

 

Buenos aquellos